Mudarse sigue siendo una opción para muchas personas en edad de jubilación. Los jubilados quieren vivir donde late la vida: preferiblemente cerca del centro en una gran ciudad.
Ilse y Hans prueban estudios de fitness. “Tenemos que hacer algo por nuestra salud y conocemos a gente agradable cuando hacemos deporte”, explica Ilse Meyerinck. La vivaz anciana tiene 72 años, su esposo Hans pronto celebrará su 75 cumpleaños. Hace tres meses, la pareja empacó las cajas de mudanza en un suburbio de Kassel y se mudó al centro de la metrópolis de Munich. Por la hija y los nietos que viven aquí, pero también por motivos prácticos: "Aquí hay bastantes especialistas y podemos llegar a todo a pie o en autobús y tren, incluso a varios deportes", dice entusiasmado el jubilado.
Las personas mayores se están mudando de las afueras al centro, pero debería estar tranquilo
Las personas mayores de hoy están más en forma que nunca. "La gente se siente en su mayoría de diez a quince años más joven de lo que dice en su tarjeta de identidad", dice el investigador de tendencias Peter Wippermann de la Universidad de Folkwang en Essen. Por tanto, Ilse y Hans no son casos aislados. Muchos alemanes pueden imaginarse fácilmente mudarse durante la jubilación. Debido a una mejor atención médica y una gama más amplia de actividades culturales y de ocio, muchas personas mayores prefieren vivir en la gran ciudad. "Alrededor del 80 por ciento de las personas de 50 a 65 años que están pensando en mudarse les gustaría vivir en una gran ciudad cuando sean mayores", dice Philipp Deschermeier, economista del Instituto de Economía Alemana. La mayoría, según una encuesta de la firma de analistas de Colonia, incluso quiere vivir cerca del centro de la ciudad en un lugar tranquilo.
Los encuestados también coinciden en el tipo de vivienda. Quienes ya viven en su propia casa o en un condominio no pueden imaginar alquilarlos en el futuro. Por el contrario, las personas que todavía tienen que pagar el alquiler quieren algo propio en la vejez.
Cualquiera que anteriormente tuviera jardín no quiere prescindir de terraza o balcón después de mudarse a la gran ciudad.
Ilse y Hans se han "encogido". Antes vivían en una casa unifamiliar, ahora han comprado un apartamento. Esto también es típico cuando se muda tarde: el nuevo espacio habitable suele ser más pequeño. Pero la comodidad no se ve comprometida, al contrario. Los arquitectos confirman que cuanto mayor es la clientela, mayores son las exigencias del mobiliario. Los ascensores, el estacionamiento subterráneo y un amplio cuarto de ducha son importantes. Un bonito balcón era imprescindible para Ilse. "Sabiendo que pasarán más tiempo en casa en el futuro, los compradores mayores quieren un patio que ofrezca más espacio que una simple mesa con dos sillas", explica Thomas Hölzel, director de Artprojekt de arquitectos de Hamburgo.